El término té con leche se utiliza para denominar aquellas bebidas que se componen de una mezcla de té y leche. El té con leche es una de las combinaciones más conocidas y consumidas en la cultura de diferentes países del mundo como Reino Unido, Marruecos o Hong Kong, tanto para el desayuno como la merienda y puede tomarse frío o caliente. 

Los ingleses fueron los primeros en tomar el té con leche con el famoso té negro English Breakfast para desayunar con el fin de suavizar y endulzar su sabor. Hoy en día, esta tradición se ha ido extendiendo a diferentes variedades de tés.

En este post hablaremos de las variedades de tés que mejor combinan con leche, los tipos de leche más apropiadas y los principales beneficios que nos aporta tomar té con leche para nuestra salud. 

Mejores tés para tomar con leche

No todos los tés son aptos para tomar con leche. Los tés que suelen combinar mejor son aquellos que tienen sabores más concentrados e intensos, como es el caso del té negro y el rojo.  No es muy recomendable añadir leche a tés que tienen sabores más suaves, dulces y afrutados, como son los tés blancos y los tés verdes. Aunque esto siempre depende del gusto de cada tealover. Podemos encontrar las siguientes variedades de  tés que son aptas para mezclarlas con leche:

Tés con leche negros

  • English breakfast. Sin duda el más clásico de todos los tés que se ha consumido siempre en el desayuno inglés. Se trata de una mezcla de tés originarios de Assam, Ceilán y Kenia (aunque puede variar) y se caracteriza por un sabor robusto, seco e intenso con notas de malta y roble que impregnan nuestro paladar.  En función de si se desea un sabor más o menos fuerte, se añade más o menos cantidad de leche. Ideal para desayunar acompañado de una variedad de dulces.

También podemos encontrar el Irish Breakfast (parecido al English breakfast) compuesto por varios tés negros, mayoritariamente Assams y otros tipos. Debido a su sabor fuerte, se suele tomar con leche, azúcar o limón y para los más atrevidos solo.

 

  • Earl Grey. El té Earl Grey es un tipo de té negro aromatizado con aceites esenciales de bergamota originario de la India y Sri Lanka, que se suele utilizar en la famosa “hora del té”. Existen muchas variedades en el mercado, el clásico es el té negro pero también se puede encontrar con té verde o blanco. Se trata de un té cítrico, fuerte y de sabor intenso, por eso combinado con leche o crema de leche sirve para endulzarlo y poder tomarlo en cualquier momento del día. También, por su sabor cítrico, es ideal tomarlo frío ya que, resulta muy refrescante para el verano.

A continuación dejamos el Té negro Earl Grey, que se ha convertido en el ‘top ventas’ por su sabor intensa y su calidad excepcional.

  • Té pakistaní. Este tipo de té es conocido por sus diferentes mezclas de especias entre las cuales encontramos una base de té negro, canela en rama, clavo y cardamono. También se le puede añadir pimienta, vainilla, jengibre, anís, hinojo, y cáscara de limón para intensificar su gusto. Se trata de un té muy especiado que acompañado con leche tiene un sabor muy peculiar y único que lo diferencia del resto de tés.

 

Tés con leche rojos

  • Pu Erh. Es conocido popularmente como té rojo típico y proviene de la región de Pu’er de Yunnan, China.  Este tipo de té tiene un ligero sabor terroso y combina a la perfección con un toque de leche.  Tiene una multitud de beneficios para nuestra salud: ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre, refuerza el sistema inmunológico, tiene propiedades depurativas, quema las grasas, reduce el colesterol, previene enfermedades respiratorias y cardíacas etc. A diferencia de otros tés, que suelen tomarse frescos tras su recolección, el Pu Erh tiene un proceso de fermentación que puede durar de 2 a 60 años en barricas de bambú. Su sabor mejora con el paso del tiempo, tal y como ocurre con los vinos de crianza o con los licores añejos.

 

Otras variedades de té con leche

  • Té chai.  Otra opción para preparar té con leche es el té chai o también conocido como té Masala Chai. Se trata de una bebida originaria del sur de la India, preparada con té negro o verde y aromatizado con una mezcla de diferentes tipos de especias totalmente naturales como anís, cardamono, canela, clavo, jengibre, almendras, nuez moscada y vainilla entre otras. Puede tomarse frío o caliente y es muy común infusionar el chai con leche entera, de soja o de almendras.

A continuación dejamos el Té negro Chai Naranja, con toques de naranja, pimienta roja, manzana,clavo y cardamomo.

  • Matcha. El té Matcha es un té verde empleado en la ceremonia japonesa del té. A diferencia del resto de tés, que se presentan en hojas sueltas, en el Matcha sus hojas están molidas en forma de polvo muy fino. En nuestro paladar tiene un sabor dulce e intenso y es rico en antioxidantes, minerales, vitaminas y aminoácidos.  Suele ser una opción muy versátil, que se puede utilizar con cualquier tipo de leche, agua caliente o fría. Incluso con zumo de naranja y batidos. Es ideal para desayunar ya que, aporta vitaminas para comenzar el día con energía.

 

Otros aspectos a tener en cuenta

Tipos de leche

En el momento de escoger la leche para nuestro té, es recomendable que no tenga un sabor muy fuerte. En cambio, el té que utilizamos, es importante que tenga cuerpo y sea intenso de sabor. Hay leches vegetales que tienen un sabor muy fuerte, como es el caso de la leche de soja o de coco y no nos dejan disfrutar del sabor del té, ya que le dan un sabor muy diferente. Las leches más recomendables para usar en tés, además de la clásica leche de vaca, las que más se utilizan son la leche de arroz, la leche de avena y la leche de almendras.

Temperatura de la leche

Otro aspecto y no menos importante es la temperatura de la leche. La mejor opción es añadir té caliente a leche templada, y no al revés, para que la leche se caliente poco a poco y no cuaje. Calentar la leche demasiado hará que se produzca la mencionada desnaturalización de sus proteínas.  En resumen, lo más apropiado es utilizar leche fría (en verano) o templada (en invierno) para preparar el té con leche.

¿Endulzar, sí o no?

Mucha gente a la hora de tomar el té, duda en ponerle azúcar o no. En general, un té de buena calidad no necesita azúcar, ya que cuando más natural mejor para poder apreciar todo su sabor e intensidad. Pero si se trata de un té con ciertos toques de astringencia, como es el té negro puedes optar por endulzarlo con cualquier azúcar, miel o edulcorante.

¿Primero la leche o el té?

Otra duda que nos surge cuando vamos a preparar el té con leche es el orden del procedimiento a  seguir. Hay quienes primero prefieren infusionar el té y luego agregar la leche al té, ya que de esta forma pueden controlar mejor las cantidades. Esta opción no es muy adecuada, ya que si vertemos leche sobre un té muy caliente, el choque térmico provocará que las proteínas pierdan efecto, afectando por lo tanto a su sabor.

Otros consumidores, por el contrario, prefieren poner primero la leche en el té, porque al mezclar el té sobre ella, la mezcla es más homogénea. Independientemente, decantarnos por una u otra forma de preparación, siempre tendrá la última palabra el consumidor.

Beneficios del té con leche

Siempre ha habido mucha polémica acerca de añadir leche al té, hasta tal punto de decir que tomar té con leche es malo, pero esto no es cierto. A continuación, detallaremos algunos de los principales beneficios que nos ofrece el té con leche para nuestra salud diaria.

  • Complemento lácteo. El té con leche es ideal para muchas personas que les cuesta tomar leche y necesitan una cantidad diaria determinada de este alimento que destaca por su alto contenido en calcio, fósforo, proteínas y nos aporta energía para todo el día.

Además, agregar leche al té servirá para proteger nuestra salud bucodental, y reducirá la posibilidad de que los dientes se manchen y nos salgan caries (especialmente con el té negro o el rojo).

 

  • Sustituto del café con leche. El té con leche puede servir como alternativa del café con leche y es ideal para aquellas personas adictas al café que quieren reducir su consumo. Pero cuidado, al igual que el café tiene cafeína, el té tiene teína. Si tienes problemas para conciliar el sueño, el té con leche no es una solución, al menos a partir de media tarde.

 

  • Efecto saciante. Es ideal para aquellas personas que necesitan reducir la ansiedad de comer entre horas, ya que te ayuda a matar el gusanillo y pasar mejor la mañana o la tarde. Pero ten en cuenta que no es un sustituto de todas las comidas que se recomiendan hacer al día. 

 

  • Suaviza su sabor.  Es cierto que la leche cambia el sabor del té, pero al añadir unas gotas de leche al té, conseguimos rebajar el sabor intenso de los tés negros o rojos y hacerlo más apetecible para aquellas personas que no les gusta o no están acostumbradas a su sabor fuerte. La leche le da textura, dulzura y delicadeza a esta mezcla.

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