Existe la creencia de que el té contiene «teína» y el café «cafeína», como si fueran sustancias diferentes. Sin embargo, desde el punto de vista químico, la teína y la cafeína son exactamente la misma molécula. Lo que en realidad cambia es el ritmo con el que actúan en el organismo.

A lo largo del tiempo, a la cafeína del té se le otorgó un nombre diferente para así poder distinguirla del café, pero los dos términos se refieren a la misma sustancia.

Se trata de un alcaloide que se encarga de estimular el sistema nervioso central, mejora la concentración, el estado de alerta, potencia el rendimiento físico y hasta se emplea como paliativo en algunas enfermedades como el Parkinson y algunos tipos de cáncer.

Qué es la cafeína y la teína

La cafeína es muy conocida por tener presencia en el café, mientras que la teína es la misma molécula cuando se encuentra en el té.

Si bien es cierto que se diferencian en los nombres, químicamente son lo mismo y ambas actúan como estimulantes.

Debes saber que la cafeína proviene de los granos de café, pero también tiene relevancia en otras plantas, tales como el cacao, la guaraná y la yerba mate.

Su efecto tiende a ser bastante rápido, y suele generar un aumento en el sistema de alerta y la concentración, reduciendo la fatiga.

Por su parte, la teína, se encuentra en las hojas del té. Por lo general, se libera de forma más gradual, producto de la presencia de otros compuestos en el té, como la L-teanina, que modera sus efectos.

Por eso, la teína genera una estimulación mucho más suave y, a su vez, prolongada, que la cafeína.

Absorción y efectos

Si bien es cierto que la teína y la cafeína son químicamente lo mismo, estas sustancias tienen un comportamiento que varía en función de la bebida que tomes.

Por ejemplo, el café, normalmente posee una mayor cantidad de cafeína que el té. Es decir, el golpe de energía que te puede proporcionar el café es mucho más rápido y fuerte.

Esto es así debido a la presencia de otros compuestos en el café que suelen acelerar considerablemente la absorción de la cafeína en el cuerpo.

Entre tanto, el té contiene, además de cafeína, una sustancia que se donomina L-teanina.

Es un aminoácido que tiende a modular los efectos de la cafeína, lo que los hace mucho más suaves e incluso prolongados.

Esto explica el motivo por el que al tomarte un té sientes un efecto de alerta más duradero, que llega a ser menos intenso si lo comparas a lo que experimentas al consumir café.

Cantidad de cafeína

En cuanto a la cantidad de cafeína, es preciso decir que, una taza de café alberga entre 80 y 135 mg de cafeína.

Por su parte, en una taza de té varía entre 15 y 70 mg, dependiendo en gran parte de la variedad de té, el tiempo de infusión y otros factores más.

Sin embargo, no todos los tés poseen la misma cantidad de cafeína. Por ejemplo, el Gyokuro, que es un tipo de té verde japonés, puede contener más cafeína que algunos tés negros.

Sin embargo, hay un mito muy común en la sociedad que señala que el té negro tiene más cafeína que el té verde, por haber sido oxidado.

Pero la realidad es que la oxidación del té como tal no afecta significativamente en los niveles de cafeína.

Con el tiempo, se ha llegado a demostrar que, sin importar si el té es negro, verde o blanco, el contenido de cafeína suele ser muy similar cuando se contrasta con la misma planta de origen.

Factores que influyen en el contenido de cafeína en el té

El contenido de cafeína que puede haber en una tacita de té depende en gran parte del tipo de planta, la edad que tengan las hojas (pues las que son más jóvenes suelen aportar más cafeína), la cantidad de brotes o el método de cultivo (porque las plantas cultivadas en la sombra, como el Gyokuro, suelen concentrar más cafeína).

No solamente eso, la manera en la que sueles preparar el té también influye en la cantidad de cafeína que finalmente vas a consumir.

Por ejemplo, cuanto más tiempo dejes las hojas en el agua, mayor cantidad de cafeína se va a liberar.

Teína o cafeína, cuál es mejor para ti

Las dos sustancias te ofrecen excelentes beneficios. Sin embargo, la elección entre una y otra va a depender de lo que en realidad estés buscando.

Si quieres un impulso de energía muy rápido, el café sería la opción más recomendable para ti, pero si lo que deseas obtener es una estimulación mucho más suave y prolongada, el té podría sería lo más idóneo.

De hecho, el té te brindará antioxidantes que pueden tener efectos positivos en tu salud, como mejorar tu función cardiovascular o ayudarte a reducir los niveles de estrés que puedas estar experimentando.

Pero también podrías considerar el té descafeinado. Aquí es fundamental que tengas en cuenta que ningún proceso de descafeinado va a eliminar en su totalidad la cafeína de las hojas.

Sin embargo, infusiones como la manzanilla, el rooibos o la menta son naturalmente libres de cafeína. Por lo tanto, pueden ser muy buenas opciones de bebidas si es que estás buscando evitar un estimulante por completo.

Eso sí, en todo estos casos, debes ser muy prudente a la hora de consumir cafeína o teína porque más de 600 mg diarios puede producir padecimientos como insomnio, ansiedad, taquicardia e incluso problemas digestivos.