Podrías pensar que los tés e infusiones son aparentemente inofensivos, pero dependiendo de la edad de la persona, esto podría tener ciertas implicaciones. Hay quien señala que los tés no son recomendables para los niños, y esto tampoco es así. Sobre todo, depende de la edad y del tipo de té que se les ofrezca.
Por regla general, conviene tener en cuenta que no son muy recomendables para los niños menores de 4 años de edad. No suelen ser aconsejables no porque puedan ser perjudiciales para salud, sino porque hasta esa edad, los órganos de los niños todavía están en su proceso de formación y desarrollo.
Esto supone que les resulte más difícil la metabolizar los compuestos activos que poseen muchas hierbas, tales como la teína u otros estimulantes o relajantes naturales, por lo que no se aconseja que los tomen los niños más pequeños.
Cuáles son los riesgos de darle tés infusiones a los niños más pequeños
Si le das de tomar infusiones habitualmente a los niños más pequeños de 4 años podrías causar que su salud se pudiese resentir.
Uno de los problemas que pueden surgir tiene que ver con la absorción de hierro. Se trata de un mineral clave durante el crecimiento, que podría verse afectado debido a la ingesta de bebidas como el té de manzanilla o té verde, ya que poseen taninos.
Es un compuesto químico que se adhiere al hierro en el intestino y forma compuestos insolubles, que el organismo del menor no puede absorber con facilidad.
Asimismo, el consumo de infusiones o incluso alimentos como la miel puede propiciar la ingesta de esporas de Clostridium botulinum. Es una bacteria que estando presente en un organismo inmaduro puede generar intoxicaciones o parálisis graves.
De hecho, algunas hierbas que se emplean para preparar tés e infusiones pueden producir vómitos, acidez, insuficiencia hepática y, en ciertos casos, hasta convulsiones, en los niños más pequeños.
Estos síntomas suelen variar en función del tipo de hierba o planta que se utilice, la concentración de la infusión y la frecuencia con la que se consuma. Sin embargo, lo mejor es no dar este tipo de bebidas con tenía o similares de cafeína a los niños más pequeños porque también pueden afectar considerablemente a su sistema nervioso.
Una vez que el organismo ya está formado, en menores de 4 años en adelante, sí que es posible darles ocasionalmente y con moderación pequeñas dosis de infusiones, para que se vayan acostumbrando.
En estos casos, se recomiendan los tés libres de cafeína. Por ejemplo, puedes emplear el rooibos, que no posee taninos ni teína.
Cómo elaborar una infusión para niños
Si quieres elaborar tés e infusiones saludables para los niños debes hacer lo siguiente:
En primer lugar, trata de reducir el tiempo de la infusión. Es decir, si para un adulto un té verde tarda 2 minutos más o menos, para un niño podrías reducirlo a tan solo 1 minuto.
En caso de que el sabor lo consideres demasiado fuerte, puedes ponerle un poquito más agua, pero trata de que esté a temperatura ambiente.
En cuando a la temperatura, lo más recomendable es que oscile entre 26ºC y 36ºC. Intenta que sea similar a la temperatura ambiente para que el niño no se queme accidentalmente.
También es preferible que huyas del azúcar y la miel. En cambio, puedes emplear algún edulcorante natural. Pero en la medida que puedas evitarlo, será mucho mejor para la salud del niño y se acostumbrará al rico sabor del té.
Eso sí, puedes ponerle un poco más de creatividad al té y el de rooibos, por ejemplo, podrías mezclarlo con frutas, tales como coco o frambuesa bajas en azúcar.
Así lograrás una bebida muy rica, agradable y segura para el niño.
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