El pasado 10 de junio se celebró el Día Mundial del té helado, una modalidad de té que se sirve frío o con hielo. Es la forma ideal de beber té en verano y disfrutar de una bebida sabrosa, saludable, natural y bien refrescante.

Los tés helados se hacen famosos en el año 1904, durante la Exposición Mundial de Saint Louis, EE.UU, en la que Richard Blechynden, dueño de una plantación de té en la India,  tenía un pequeño puesto dónde ofrecía té caliente a los visitantes, que se lo rechazaban  debido a la fuerte calor de ese año. Entonces decidió añadir  hielo al té caliente para hacerlo más apetecible y lo convirtió en el famoso “Ice Tea”. Hoy en día, el té helado se consume, sobretodo, en los Estados Unidos en grandes cantidades (un 80% del consumo total de té) y en otros países del mundo.

En este post hablaremos de esta refrescante bebida, recomendaremos algunos de los tipos de tés más apropiados para preparar en frío y los principales beneficios que aporta para nuestra salud diaria.

 

Tipos de té para hacer en frío

Aunque el té helado puede prepararse con cualquier variedad de té y dependiendo de los gustos de cada tetero, existen algunos tés que reaccionan mejor al frío: pierden menos propiedades, se oxidan más lentos y su sabor se aprecia igual o más estando frío. Los tés más recomendados para hacer en frío son aquellos que tienen un sabor más suave ,como el té verde, rojo o blanco, ya que en frío tendrán un sabor más agradable en nuestro paladar. Otros tés apropiados para consumir fríos son los negros, tés Oolong, las infusiones de frutas y el Rooibos. 

A continuación aconsejaremos algunos tés ideales para tomar fríos en verano y que puedes encontrar en nuestra tienda Bebe-té:

Té amarillo Goji y Granada

El té amarillo está a medio camino entre el té blanco y el té verde. Té amarillo 62% con bayas de goji, mango, piña, hibisco, naranja, granada y arándanos.  Aquí puedes comprar el producto.

 

Té verde Frambuesa Ecológico

 Té verde ecológico 67% formado por naranja, frambuesa, pimienta roja, romero y tomillo. Aquí puedes comprar el producto.

Infusión Coco Mango

Infusión de trozos de manzana, mango, limón, lemon grass y coco. Aquí puedes comprar el producto.

Infusión Lima Limón

Infusión de trozos de piña, manzana, limón granulado, corteza de limón, lima, menta y grosellas. Refrescante, sabrosa y súper cítrica. Aquí puedes comprar el producto.

Infusión Lima Mojito

Infusión de trozos de manzana, papaya, dátil, mango, menta, guayaba, lima y moringa.  ¡Como un mojito pero sin alcohol! Aquí puedes comprar el producto.

 

Cómo preparar té helado casero

Aunque el té es una bebida que normalmente se consume en caliente, la versión del té helado o frío va ganando protagonismo debido a sus múltiples beneficios para nuestra salud.  Preparar té helado de forma casera es muy sencillo. A continuación te explicaremos dos de las formas más comunes de prepararlo.

Preparar un té helado con agua fría

Empezamos por el método de maceración. Se trata de un proceso más lento, que requiere algo más de tiempo, pero es muy sencillo. Consiste en llenar una jarra grande de cristal con 1 litro de agua mineral del tiempo. Después añadimos la cantidad de té a granel deseada (5 cucharadas de té por cada litro de agua).

Posteriormente, poner la jarra dentro de la nevera y dejar macerar las hojas en agua  un mínimo de 8 horas, durante toda la noche, por ejemplo. Pasado ese tiempo colar o filtrar el agua para eliminar las hojas que han podido quedar. Más tarde añadir el hielo (si es necesario). En cuanto al endulzante, podemos agregar miel, estevia, azúcar, panela o nada, también a gusto de cada tetero. ¡Ya tienes tu té frío casero listo para beber!

Preparar un té helado con agua caliente

Otra forma de preparar té helado es en infusión. Se trata de un proceso más rápido que el anterior, donde la extracción de polifenoles, antioxidantes y teína es más completa. Consiste en preparar el té de manera tradicional: calentar 1 litro de agua mineral de forma habitual y añadir la cantidad de té deseado (unas 5 cucharaditas medianas es ideal), posteriormente dejar enfriar a temperatura ambiente o añadir directamente los cubitos o hielo picado para enfriar de forma más rápida (es decisión de cada persona). Hay que dejarlo infusionar el tiempo necesario según el tipo de té o infusión que estemos haciendo.También, si se desea, para darle dulzor, añadir miel, estevia, azúcar o panela y mover con una cuchara hasta encontrar el sabor deseado.

Añade ingredientes a tu té helado

En el té helado se pueden añadir ingredientes para hacerlo todavía más sabroso. Eso sí, evita los picantes y chocolates, ya que al disolverse afectan el color y sabor final del té.

Los ingredientes más fáciles de mezclar en un té helado son las frutas en trozos o ralladas. Las más recomendadas son: manzana, fresa, papaya, melocotón, albaricoque, frambuesas, naranja, mora, cereza, arándanos, limón, mango, melón, kiwi, coco, higos, jengibre.

Si te gusta arriesgar, aunque a priori parezca raro, los frutos secos como almendra, pistacho, pasas o los dátiles aportan un sabor dulce y refinado a nuestra bebida.

Un indispensable para los tés helados son las flores y pétalos como la malva, la rosa, girasol, azahar, saflor, manzanilla romana, aciano o el hibisco. Especias como vainilla, cardamomo clavo, canela entera o en polvo (entera deja más sabor) y hierbas como menta, caléndula, cilantro, manzanilla romana, escaramujo, valeriana, espliego.

¡Cuidado! Como ves las posibilidades para añadir como toque final a nuestro té helado son infinitas, pero tampoco te pases echando fruta o ingredientes que va parecer una macedonia en vez de un té helado.

 

6 razones para beber té helado 

 “Si tienes frío, el té te calentará. Si tienes demasiado calor, el té te refrescará. Si estás deprimido, el té te animará. Si estás agotado, el té te calmará”, William Gadstone, primer ministro de la reina Victoria de Inglaterra, describió con estas palabras la bebida que llegaría a convertirse en una de las más populares del mundo. A continuación, te damos 6 razones para beber té helado:

 

Refresca. El té helado es una bebida perfecta para combatir el calor, quitarnos la sed y mantiene el cuerpo hidratado con las altas temperaturas. Los tés más refrescantes son aquellos que contienen menta, cítricos o frutos rojos.

Bebida sana. A diferencia de las bebidas gaseosas y azucaradas, el té helado es una bebida sana, sin azúcares ni gases. Además, consumiendo té helado nos estamos protegiendo ante enfermedades degenerativas como la diabetes, la obesidad o las enfermedades cardiovasculares.

El té helado nos aporta nutrientes importantes como la vitamina B, C y D, además de minerales como el potasio, magnesio, la niacina o el ácido fólico.

 

Hidrata la piel. El té helado contiene antioxidantes que son idóneos para frenar la progresión de la piel, así como hidratarla y cuidarla, Si consumimos a diario esta bebida lograremos una piel más saludable.

Existen muchos sabores. El té helado ofrece una multitud de posibilidades tanto por las variedades de té como los ingredientes que posteriormente puedes añadir y crear diferentes combinaciones.  ¡Atrévete a probar diferentes sabores!

Ayuda a la digestión. Tomar una taza de té después de ingerir alimentos (y más cuando nos damos un atracón de comida) es ideal, ya que sirve para acelerar y regular la digestión. Además, ayuda a que no te sientas inflamando o con muchos gases. 

 

Visita nuestra tienda de tés 

En Bebe-té ofrecemos una amplia y variada selección de tés a granel, de gran calidad y que pueden tomarse también fríos. Te asesoramos sobre cuáles son los más apropiados según tus preferencias y gustos. No te olvides de todos los complementos ideales para su elaboración como tazas, teteras o infusores y también para su posterior mantenimiento en frío, como los termos.